Introducción a la licitación pública: los pliegos.

La pandemia, y la crisis económica, ha hecho que exista un déficit de oferta para las empresas. Este déficit de oferta se ha cubierto por las administraciones públicas, ampliando los procesos de contratación, en cierta forma.

Todo esto ha derivado a que las empresas viren su actividad comercial o la amplíen optando a procesos de contratación pública. La paulatina digitalización de la administración pública, que comenzó hace tiempo con los certificados digitales, pero que ha avanzado estructurando mecanismos como el ROLECE (o Registro Oficial de Licitadores y Empresas Contratistas del Estado), y la Plataforma de Contratación del Estado) ha dinamizado y centralizado los procesos de contratación, así como ha democratizado la oferta a cualquier empresa. Este último caso no se ha realizado del todo (no es tan claro optar a procesos de licitación en Cataluña si no sabes catalán, por ejemplo).

En cualquier caso, aparte de los pasos preliminares para poder optar a los procesos de contratación púbica (inscripción en el ROLECE, uso de la plataforma de contratación y, aunque parezca mentira, disponer de un certificado digital), el punto primero de las empresas para iniciarse en este proceso es la interpretación de los pliegos.

Como norma general, podemos decir que existen dos documentos relacionados con un procedimiento de contratación: el Pliego de Prescripciones Técnicas (que denominaremos PPT) y el Pliego de Condiciones Administrativas Particulares (PCAP).

El primero establece los elementos técnicos del contrato. Es decir, en el caso de los suministros, establece los productos que hay que suministrar y en qué cantidad, sus características y los plazos de entrega, entre otros. En el caso de los servicios, cómo se entregan estos, en que pasos, qué resultados y productos entregables hay, y qué medios técnicos y humanos mínimos se requieren para esto. Un PPT es el documento marco sobre el cual la empresa que opta a un proceso de contratación debe estructurar su oferta técnica.

En cuanto al PCAP, este define los elementos asociados a la estructura de la relación contractual con la administración. Al principio, define elementos como: presupuesto, plazos de realización o entrega, condiciones o requisitos para optar a la licitación por parte de las empresas (lo que se denomina solvencia técnica y solvencia económico – financiera). también describe la documentación que hay que presentar por parte de la empresa, y los criterios de evaluación de las ofertas presentadas. Incorpora también los mecanismos de realización y control del servicio; los pagos y su periodicidad, así como las penalizaciones por incumplimiento.

En ocaciones, el PCAP viene complementado por un pliego administrativo tipo, que define los procedimientos tipo de la administración que licita, por lo que el PCAP contempla las particularidades para ese tipo de contrato. Puede suceder que exista un PCAP y un documento llamado Cuadro Resumen de Características, que contempla un resumen claro de los elementos a tener en cuenta dentro del proceso de contratación.

En el caso de los llamados contratos menores (de cuantía menor a 40.000 euros para obras, y de 15.000 euros para suministros y servicios) se puede contemplar un único pliego que contemple todos los elementos del PCT y del PCAP, ya que se trata de un procedimiento simplificado.

Una vez que conoces los pliegos, es la hora de conocer cómo interpretar los pliegos. Pero esto lo cubriremos en otro artículo posterior.

NOTA. ¿No sabes cómo registrarte en el ROLECE o usar la Plataforma de Contratación del Estado? Te lo explicaremos en un video próximamente.

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