Hace unos días me fui de visita a una conocida localidad termal. Llegué un miércoles y aunque no era temporada alta, esperaba que hubiera más visitantes además de los beneficiarios del Imserso. Observé que buena parte de los establecimientos de hostelería abrían a partir del jueves, esto me decía que sólo temían afluencia de público los fines de semana en temporada baja. Hasta ahí es normal, los empresarios adaptan sus horarios para optimizar los costes y abrir por abrir es innecesario, cuando no es verano hay muchos menos turistas a diario.
Una segunda cosa me llamó la atención, algunos de los comercios tradicionales estaban en liquidación o traspaso. Indagando, supe que algunos propietarios se jubilaban y no tenían sucesores para el negocio (sacrificado y aislado), otros estaban cansados y se retiraban a sus cuarteles de invierno sin interesados en coger el traspaso, y otros apostaban por negocios de alojamiento rural.
Es una población que vive del turismo, pero ¿cómo damos servicios a los turistas si se cierran las tiendas?, ¿cómo provocamos para que tengan residencia más permanente si no hay servicios? Cada vez hay menos servicios en el entorno rural, ¿cómo evitamos la despoblación? Además de proporcionar alojamiento y restauración, el turismo necesita de otros servicios, y de esos servicios también se beneficiarán los residentes permanentes de estos pueblos.
Si queremos fijar población, hay que promover el emprendimiento rural, eliminar la brecha tecnológica y de la conectividad digital, para así dar más recursos y herramientas a los pueblos. Acometer medidas como reducir la fiscalidad y fomentar el teletrabajo o trabajo en remoto desde el ámbito rural. Fomento y mejora de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC). Medidas que reforzarán el tejido productivo y la creación de empresas.
Además de estas medidas, un catalizador fundamental es el comercio en el entorno rural. El comercio juega un papel importante en la sostenibilidad, de hecho, es un factor de equilibrio que da sentido al sector primario (productores). Con ello, se logra fijar la población y generar mayor armonía entre las diversas actividades rurales y también con el entorno natural. El comercio tiene que especializarse en los productos de calidad del entorno, darles valor y reconocimiento.
Los comercios locales son los primeros en dar publicidad a las bondades del producto del entorno y detectan rápidamente las experiencias de los consumidores, y con ellas transmiten información a los productores locales para que sigan mejorando. También deben lanzarse al comercio en Internet aprovechando la mejora de las comunicaciones y que los costes para almacenar son bastante más inferiores en estos territorios.
E-commerce rural: el 90% de los clientes de negocios rurales hacen la búsqueda de productos por Internet. La digitalización es un aliado fundamental para estos emprendedores.
La empatía especial del consumidor por disfrutar de una vida más saludable, natural y de calidad es ya una estrategia en sí misma para poner en valor la vida del entorno rural. Es una actividad sostenible porque está basada en el aprovechamiento de los recursos naturales y en la producción de bienes del entorno. Venta de auténticos productos BIO y ecológicos, de productos artesanos, en contacto con los productores reales.
Además de la sinergia entre productores y comercios, hay que buscar otras alternativas como adquirir negocios asentados y que vayan a cerrarse por jubilación, un emprendedor puede aprovechar la oportunidad de partir con una base de clientes e intentar modernizarlo y mejorarlo. Alternativas como la agrupación de profesionales en un centro de coworking rural en el que acceden a unos servicios comunes de forma más económica al centralizarse en un solo local, desde el que prestan sus servicios.
En conclusión, fomentar el emprendimiento rural es caminar por la senda de la sostenibilidad y la economía circular, donde las TIC y la digitalización son unos aliados fundamentales.

Senior Consultant en una consultoría internacional especializada en inversiones inmobiliarias. Especialista en finanzas e inversiones. 25 años en banca privada, muchos como director de oficina. Conocimiento del mercado financiero portugués. Asesoro a empresas y emprendedores en los temas financieros y de inversiones.