Soy emprendedor y tengo que pedir financiación bancaria. Antes de visitar bancos, debo tener toda mi documentación preparada para facilitar el análisis y dar confianza a ese socio con el que nos queremos comprometer durante un tiempo.
Primera visita, nuestro banco de referencia, allí donde tenemos más vinculaciones y por tanto, con la puerta medio abierta. Ojo, si ya tenemos un nivel de endeudamiento con ellos, hay que tener preparado un plan B, una segunda entidad, en la que también deberemos tener cierto histórico, pensad que las entidades bancarias tienen unos protocolos que cumplir que impide abrir cuentas espontáneas, es decir, de potenciales clientes sobre los que no tienen información. Todas las entidades rellenan una ficha llamada KYC, que es la ficha de conocimiento del cliente donde se responden preguntas sobre formación, nivel retributivo, vivienda, familia, etc. Pedir un préstamo en una entidad que no nos conoce, es complicado y los sistemas no puntúan bien esta circunstancia. Recomiendo ser cliente de más de una entidad.
Los bancos cade vez tienen más automatizados los procesos y la intervención humana cada vez tiene menor peso. Esto quiere decir que los datos y la documentación que nos piden, es analizada por sistemas automatizados de rating o de scoring. Estas herramientas puntúan varios parámetros sobre nuestra capacidad de generación de recursos, nuestra solvencia, como generamos nuestros recursos, antigüedad de nuestro empleo o de nuestro negocio, vinculaciones familiares, sector económico al que pertenecemos. Dependiendo de la política de riesgos del banco podemos encontrar que nuestro sector está penalizado, que no se penaliza o que se incentiva porque la estrategia del banco quiere tener mayor peso financiero en nuestro sector.
En definitiva, el peso del análisis objetivo es muy alto y una puntuación baja puede considerar que se deniega la operación y por tanto nuestro gestor no podrá defenderla, o que se puntúe algo mejor, que se puede reconsiderar o reconducir aduciendo causas subjetivas o añadiendo garantías o modificando forma de pago, aquí es donde puede influir nuestro gestor. Para este caso es muy importante que presentemos bien y de forma clara cuál es nuestro proyecto, presentar nuestro presupuesto de retorno de la inversión y tener claros nuestros flujos de caja que demuestran nuestra capacidad de devolución del préstamo. De esta forma podremos poner la balanza a nuestro favor siempre y cuando las circunstancias objetivas lo permitan.
Mucha suerte.

Senior Consultant en una consultoría internacional especializada en inversiones inmobiliarias. Especialista en finanzas e inversiones. 25 años en banca privada, muchos como director de oficina. Conocimiento del mercado financiero portugués. Asesoro a empresas y emprendedores en los temas financieros y de inversiones.