Desde hace años, se está produciendo una especie de invasión de las palabras inglesas debido a la transformación digital de los sectores productivos, y en este contexto el idioma español es el principal perjudicado. Después de los efectos de la pandemia, parece que esta tendencia se ha acelerado, y nos encontramos vocablos que introducen el nombre del sector en inglés seguido de la abreviatura “tech”, en español ‘tecnología’. Ejemplos de ello son los siguientes:
- FoodTech: Comida + tecnología
- BuildTech: Construcción+ tecnología
- Edtech: Educación + Tecnología
- GovTech: Gobierno + Tecnología
- HealthTech: Salud + Tecnología
- Insurtech: Seguros + Tecnología
- LegalTech: Legal + Tecnología
- PropTech: Propiedad + Tecnología
- RegTech: Regulación + Tecnología
- TradeTech: Comercio + Tecnología
Muchas veces, no sé si se trata de que utilizamos estos términos para impresionar a nuestro interlocutor y parecer más “cool”, o que estos vocablos no tiene una traducción adecuada al español de una forma coloquial. Al usarlos debemos plantearnos si somos capaces de trasmitir estas nuevas acepciones o conseguimos el efecto contrario, con lo cual nos encontramos con un gran problema para la aceptación de dicha transformación digital y su implantación. Tenemos que pensar que el castellano o español es el segundo idioma más hablado, y es de gran riqueza, con lo cual es un craso error su maridaje. Demos una oportunidad al español en dicha transformación, ya que así seremos capaces de transmitir mejor qué es lo más importante. Esto no implica negar el aprendizaje y dominio de otros idiomas, pero hagámoslo porque es necesario para nuestra formación y empleabilidad, no por parecer más cosmopolitas.
Si Cervantes levantara la cabeza nos pegaría con el Quijote.

Soy consultor y gestor de proyectos de I+D+i, licenciado en Ciencias Empresariales, apasionado por la innovación, mi trabajo consiste en la puesta en valor de la transformación digital en los modelos de negocio para que la empresa sea más competitiva. Mentor de Startups