La Inteligencia Artificial y la educación, ¿quién establece los límites?

Desde hace meses estamos teniendo un continuo bombardeo de noticias referente al uso de la Inteligencia Artificial y la herramienta ChatGPT creada por la empresa OpenAI. Se trata de un mundo revolucionario donde el buscador de Google, el cual, todos hemos utilizado desde que hemos conocido su existencia para la búsqueda de información de determinadas disciplinas, acostumbrados algunos que tenemos cierta edad a tener que utilizar las bibliotecas para dicha búsqueda.

Actualmente nos encontramos con el dilema que ofrece la obtención de la misma en base a la Inteligencia Artificial, donde determinados alumnos la están utilizando para desarrollar trabajos los cuales cuesta identificar si son de creación propia o de dicha tecnología.

Debemos adaptarnos, a través de la tecnología, a un entorno en continuo cambio, donde la misma se convierte en un apoyo necesario para la realización de determinadas tareas como adaptación a dicho entorno, pero mermar la creatividad en base a la tecnología creo que se convierte en un error grave, ya que la misma es la que nos hace generar nuevas innovaciones que sustentan la tecnología y ella debe ser un apoyo, pero no más.

Nos enfrentamos a un gran dilema, pero poner en juego la creatividad en base a la misma nos hará, a la larga, ser seres sin conocimiento basándonos en uso desmedido de la misma donde a veces prohibición favorece más ese uso, pero en edades tempranas en la que se desarrolla la creatividad puede suponer su anulación.

La cuestión es buscar un punto intermedio, pero ¿quién es capaz de delimitarlo?

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