Me gustaría escribir en esta ocasión sobre “Visual Merchandising” orientado al mundo del supermercado, puesto que, sin duda, el sector continúa siendo totalmente vigente en su implantación física y es quizás uno de los segmentos de negocio que tienen aún una sólida proyección futura. Existe una implantación de pequeños supermercados en el mundo rural.
Existen numerosas técnicas de “Visual” orientadas a los supermercados e hipermercados, pero como en todos los procesos, muchas de estas técnicas evolucionan y se normalizan en el “abc” de trabajo de los profesionales que se dedican a ello.
Paso sin más a comentaros algunas de las técnicas más interesantes:
Reposición activa de producto según trazabilidad y fecha de caducidad.
Conocida en inglés como “Last In, First Out” se trata de que los equipos de reposición siempre tengan presentes en su menú de trabajo supervisar el lineal de producto para que siempre, las referencias inventariadas con fechas más próximas de caducidad estén colocadas delante. Puede parecer obvio, pero sin un trabajo constante sobre esta metodología, las cadenas de alimentación bajarían notablemente su cifra de negocio.
Y como no puede ser de otra manera, os aconsejo que si deseáis los productos más frescos y con más vida útil busquéis siempre los ubicados en la parte trasera.
¿Básicos al final del pasillo?
Una técnica tradicional de implantación es colocar los productos básicos (carne, pescado…etc.) al final del pasillo. Aún así, ya comienzan a aparecer espacios comerciales en dónde debido a la heterogeneidad de producto y las garantías “gourmet”, comienzan a ubicarse en lugares más visibles y más próximos a la entrada del establecimiento. La responsabilidad sobre este cambio lo tiene también sin duda el crecimiento del producto envasado y el auge de la marca de prestigio.
El precio psicológico y el 2×1.
A ningún consumidor se le escapa los procesos inflacionistas que está sufriendo nuestra sociedad, los supermercados y centros de alimentación, evidentemente se ven afectados en el gasto por cliente, con lo cual potencian de manera más notoria el precio psicológico (finalizado en cifras que suelen terminar en 5 o 9) o la compra de la segunda unidad a mitad de precio, algo que en muchos casos no es necesario en la cesta, pero que en el caso del ser humano y su proceso mental en la toma de decisiones de compra le hace conectar con su instinto de supervivencia. ¿Curioso no?
Y por último…
Sin duda uno de los clásicos, el tratamiento del lineal, en altura y horizontalidad, que no sólo implica controlar la altura de ubicación del producto para incrementar las ventas, sino que además, se complementa con técnicas como la potenciación del “facing” de producto (duplicando o triplicando su presencia en el lineal de manera agrupada) o incluso con el uso de otras técnicas como el “cross merchandising”, que no es más ni menos que asociar productos vinculados a un mismo uso o consumo (por ejemplo las patatas fritas y los refrescos).
Espero que estas técnicas, muchas en constante evolución, os sirvan para que la próxima vez que visitéis un supermercado lleguéis a la conclusión de que nada está colocado al azar, sino que hay muchos años de evolución en los procesos de venta e implantación.

Técnico publicitario especializado en el mundo del branding, la identidad corporativa, el diseño gráfico, la formación técnica y técnicas de marketing. Cuenta con una dilatada trayectoria profesional al servicio de empresas e instituciones en los campos mencionados.